Historia
La constitución en 1831 de la sociedad mercantil Larios Hermanos y Cía, fundada por Martín Larios y Herreros, marca el inicio de la actividad empresarial de la familia Larios en la ciudad de Málaga. En sus inicios crearon pequeños comercios, pero fue en la década de los 40 (siglo XIX), cuando dan el gran salto a la industria azucarera y textil adoptando el modelo de industria de la revolución industrial inglesa.
A finales del siglo XIX, la familia Larios lidera la más importante operación urbanística de transformación de la ciudad de Málaga, abriendo paso entre las angostas calles de la ciudad, a la que hoy por hoy es la más prestigiosa vía comercial de Málaga y una de las más reconocidas de España. En sus edificios se implantaron las más modernas técnicas constructivas de la época, empleando estructuras metálicas de fundición, a modo de las nuevas tendencias creadas por la Escuela de Chicago.
Durante todo el siglo XIX, la familia Larios invirtió en casi todos los sectores económicos, tanto en la industria como en el comercio. Fueron socios fundadores del Banco de Málaga dándole apoyo financiero a todas sus actividades empresariales. Participaron en grandes empresas como el desarrollo del Ferrocarril Málaga-Córdoba, la compañía de Seguros y la Sociedad de Vapores.
En 1890, se constituyó Sociedad Azucarera Larios, S.A. que agrupó a todas las azucareras de Málaga capital, la costa oriental malagueña y Motril llegando a tener 14 fábricas de azúcar y más de 10.000 hectáreas de cultivo de caña. Esta actividad cesó con la venta de la última fábrica en 1976.
En 1994 la familia Gutiérrez-Maturana-Larios (Marqués de Paul) unifica las distintas actividades empresariales de su propiedad creando con ellas el Grupo Sociedad Azucarera Larios.
Adaptado al siglo XXI, y con una experiencia empresarial de más de cien años, se ha diversificado en áreas como promoción inmobiliaria, especializada en desarrollos urbanísticos destinados al turismo residencial que constituyen un destino propio, donde el paisaje y los recursos urbanos, supongan en sí mismos una experiencia para sus residentes, patrimonio urbano en renta, patrimonio rústico en renta y explotaciones agroalimentarias.